Introducción
Sputnik, mi amor es el título de una novela del escritor japonés Haruki Murakami. Este libro ha sido una de las grandes casualidades de mi vida, una de las que más agradezco. Me refiero a que, bueno, hay personas en el mundo que no tienen muchas cosas de las que hablar, por ejemplo: yo. Pero, para mí estas cosas es una de esas que merecen ser contadas.
Quizá deba decir que la
novela me encontró a mí porque, les cuento, yo empecé a leer a los 16 casi
17, entonces era aún más inexperta que ahora. Fui un día a una librería con la
menor idea de qué debía comprar o qué quería leer, busqué en la estantería de
los libros de bolsillo, me espabilé un poco al tomar Sputnik, mi amor y
ver su portada —la edición que compré tiene un avión blanco de papel y
unos edificios grises en esta—, pues, me pareció diferente, ya saben, no sé,
los libros siempre tienen portadas raras o, al menos, generalmente a mí no me
llaman la atención, pero esta lo hizo. Esto fue quizá porque a mí no me agrada
la cuidad, a pesar de que vivo en una desde que tengo tres meses. Entonces, el
ver un pequeño avión de papel desplazándose por esa inmensa cuidad gris me
recordó a mí. Parecía perdido —al igual que lo he estado yo y, sin duda,
la mayoría de las personas— entre tanta inmensidad, parecía diferente, entre
tanta cotidianidad, parecía buscar algo… en fin: me identifiqué. Además, leí la
reseña, aunque, de hecho, la reseña no fue lo que me atrajo, sino su portada.
En resumidas cuentas, el libro, desde el primer momento en que lo vi, le noté
ese halo de suspicacia. Creo que esto es un poco novelesco, pero solo les
relato un pedacito de cómo me sentí al encontrarle, fue tipo "i will always love you", como la
canción de Whitney Houston. En cuanto a si es buena o mala literatura, eso ya
lo decidirán ustedes.
Comparación y datos del autor
Resumen
También está Myu, una mujer mayor
que en el pasado sufrió un drástico cambio, sin precedentes, uno que le
arrebato más que pequeñas astillas de tiempo. Esta mujer, cuando conoce a
Sumire, hace un clic en ella. Hace ese clic que Sumire, desde siempre, había
estado esperando. Esto sin darse cuenta que podía tener repercusiones mucho más
hondas de las que habría podido imaginar. A medida que transcurre el relato
ellas dos van creando un vínculo personal que, debido a los sucesos ocurridos
en el pasado de Myu, llega a un ponto donde queda levitando sobre una serie de
pensamientos y lastres que llevan ambas dentro de sí mismas. El papel que juega
el amigo de Sumire dentro toda la historia es de espectador y pensador que nos
revela los distintos acertijos de las personalidades de ambas e, incluso, las
de él. En algún momento también se relata lo que este siente por Sumire, tanto
física como espiritualmente. Y cómo estos vínculos, a pesar de que durante todo
el tiempo ellos, físicamente, están alejándose más y más, van estrechándose de
una forma inimaginable.
El libro es básicamente una gran
reflexión, no tiene lugares fantásticos, no es una historia demasiado
estructurada ni compleja ni situada en un espacio que la defina. De hecho, los
espacios sobran: Japón, Europa, la isla Griega, da igual. Esta historia crece
dentro del macromundo de tres humanos, se entrelaza sin freno entre ambos y
vale la pena fijarnos y detenernos a pensar ¿hasta qué punto nos ha ocurrido lo
mismo sin habernos si quiera percatado? Muy recomendada.
Frases y consejos
Les dejaré aquí algunas de las
mejores frases del libro. Mi consejo es que las vean desde un punto de vista
que se balancee entre la objetividad y la subjetividad, y desde un punto de
vista metafórico.
—¿Quién soy? ¿Qué es lo que
espero? ¿Adónde voy?—.
—Cuando la tenía delante,
notaba a veces un dolor agudo, como si alguien estuviera arrancándome
las entrañas con un cuchillo acerado. Sin embargo, por más dolor
que me reportaran, las horas que pasaba con Sumire eran las más preciosas de mi
vida. Frente a ellas olvidaba momentáneamente mi eterna soledad…—.
—Si no ando con cuidado esa
persona me va a ir dejando atrás—.
—Pedí un Canadian Club con
hielo. Como sucedía siempre, me hizo sentir la persona más miserable del
mundo—.
—Desde aquel día, jamás he
tenido otro gato. Me siguen gustando. Pero entonces decidí que aquel pobre
gatito que había subido al árbol y que no había regresado jamás sería mi único
gato. Olvidarlo y querer a otro era algo que no podía hacer—.
—Habíamos sido unas magníficas
compañeras de viaje, pero, en definitiva, no éramos más que dos solitarios
pedazos del metal trazando su propia órbita cada una—.
Curiosidades
El Sputnik fue el primer satélite
artificial en ser lanzado al espacio, dentro de él iba la perra llamada Laika.
Sputnik: en ruso significa
‘compañero de viaje’.
El libro consta de 244 páginas.
El libro fue traducido al español
por Lourdes Porta y Junichi Matsuura.
Ilustración de la cubierta por
Kasushige Nitta.
La edición fue hecha por Tusquest
Editores México.
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