Los hechos acaecidos en las últimas décadas son un ejemplo febril
de cómo la comunidad y los individuos, respetan cada vez menos los derechos
humanos. Es notable como ha ido menguando la formación educacional en las
escuelas y los hogares de los niños y jóvenes que están en proceso de
integración social, por supuesto, hechos como la violencia, la falta de
valores, el irrespeto hacia el vecino, etcétera, son comportamientos que
siempre han existido, pero a simple vista se puede ver cómo estas conductas han
ido convirtiéndose en virus sociales. Es
un ejemplo de estos lamentables sucesos la violación de los derechos humanos en
Medio Oriente.
Según organismos que regulan el cumplimiento de los derechos
humanos a nivel mundial, desde comienzos del 2011 ha ido empeorando la
situación en países árabes como Siria, Afganistán y El Líbano donde
principalmente mujeres y niños son los que sufren las consecuencias de estos
abusos.
No se tiene que ir muy
lejos para ver las atrocidades que están viviendo estas personas, por ejemplo,
en Siria, la cantidad de personas que han tenido que emigrar hacia otros países
o campos de refugiados, pasa de los dos millones, uno de los éxodos más grandes
registrados en la historia de la humanidad. ¿A qué se debe esto? La guerra en
Siria ha tomado, desde el 2011, un rumbo sin control; las personas han optado
por vivir en la anarquía, pensando que esta es la mejor solución para
restablecer esa confianza perdida. Hay dos puntos de vista que se pueden abordar
en la situación que está viviendo este país, primeramente, el despotismo del
gobierno de Siria hacia su pueblo ha sido uno de los antecedentes que, con
mayor fuerza, ha movido a los sirios a actuar de esta manera, pues, ya exhaustos
de los atropellos y no tener voz ni voto en su propia nación “no ven otra
salida”; en segunda instancia, podemos ver que, si bien es cierto, en un
principio, la guerra civil se produjo porque ya el pueblo estaba cansado de la
dictadura de su actual presidente, Bashar Al-Assad, ha ido tergiversándose esta
ideología de liberar al pueblo y ahora el propósito de los insurrectos no es el
mismo: no quieren librar al pueblo de un dictador y hacerlo libre; quieren
liberar al pueblo de un dictador, para someterlo nuevamente, por medio de la
fuerza y de la privación de sus derechos.
Es en este tipo de comportamientos donde se ve la falta de
educación, de valores y respeto por la vida, no solo en Siria y todo Medio
Oriente, sino en todo el mundo, en cada comunidad y cada familia, aunque no se
puede obviar que países como estos tienen una sociedad totalmente desigual, en
función de los derecho humanos, que el resto. Las consecuencias a corto plazo
de esta falta de consideración y solidaridad por la vida son alarmantes, porque
la humanidad está perdiendo la confianza en que ese infierno en el que viven
pueda dejarse atrás y contribuyendo a pensar que el que se viva en paz sea poco
más que una utopía.
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