21 de mayo de 2014

La violación de los derechos humanos




       Los hechos acaecidos en las últimas décadas son un ejemplo febril de cómo la comunidad y los individuos, respetan cada vez menos los derechos humanos. Es notable como ha ido menguando la formación educacional en las escuelas y los hogares de los niños y jóvenes que están en proceso de integración social, por supuesto, hechos como la violencia, la falta de valores, el irrespeto hacia el vecino, etcétera, son comportamientos que siempre han existido, pero a simple vista se puede ver cómo estas conductas han ido convirtiéndose en virus sociales. Es un ejemplo de estos lamentables sucesos la violación de los derechos humanos en Medio Oriente.
       Según organismos que regulan el cumplimiento de los derechos humanos a nivel mundial, desde comienzos del 2011 ha ido empeorando la situación en países árabes como Siria, Afganistán y El Líbano donde principalmente mujeres y niños son los que sufren las consecuencias de estos abusos.
        No se tiene que ir muy lejos para ver las atrocidades que están viviendo estas personas, por ejemplo, en Siria, la cantidad de personas que han tenido que emigrar hacia otros países o campos de refugiados, pasa de los dos millones, uno de los éxodos más grandes registrados en la historia de la humanidad. ¿A qué se debe esto? La guerra en Siria ha tomado, desde el 2011, un rumbo sin control; las personas han optado por vivir en la anarquía, pensando que esta es la mejor solución para restablecer esa confianza perdida. Hay dos puntos de vista que se pueden abordar en la situación que está viviendo este país, primeramente, el despotismo del gobierno de Siria hacia su pueblo ha sido uno de los antecedentes que, con mayor fuerza, ha movido a los sirios a actuar de esta manera, pues, ya exhaustos de los atropellos y no tener voz ni voto en su propia nación “no ven otra salida”; en segunda instancia, podemos ver que, si bien es cierto, en un principio, la guerra civil se produjo porque ya el pueblo estaba cansado de la dictadura de su actual presidente, Bashar Al-Assad, ha ido tergiversándose esta ideología de liberar al pueblo y ahora el propósito de los insurrectos no es el mismo: no quieren librar al pueblo de un dictador y hacerlo libre; quieren liberar al pueblo de un dictador, para someterlo nuevamente, por medio de la fuerza y de la privación de sus derechos.
       Es en este tipo de comportamientos donde se ve la falta de educación, de valores y respeto por la vida, no solo en Siria y todo Medio Oriente, sino en todo el mundo, en cada comunidad y cada familia, aunque no se puede obviar que países como estos tienen una sociedad totalmente desigual, en función de los derecho humanos, que el resto. Las consecuencias a corto plazo de esta falta de consideración y solidaridad por la vida son alarmantes, porque la humanidad está perdiendo la confianza en que ese infierno en el que viven pueda dejarse atrás y contribuyendo a pensar que el que se viva en paz sea poco más que una utopía.




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